Pétalos de rosas
De poco valió que
esparcieras esos pétalos de rosas a mi paso si cada vez que decías te quiero te
estabas burlando de mis sentimientos, haciendo uso de un taimado y cruel engaño
aderezado con un fingido amor hacia mí, y que yo creí puesto que lograste conquistar
este corazón solo para despedazarlo, somentiéndolo a una angustiosa retahíla de
dolor que encoge mi alma por momentos…entretanto tú, soberano de la mentira,
optas por observar desde tu trono particular de eterno arrogante el resultado
de tu brillante obra de arte…felicidad extrema de aquél que solo busca
alimentar su ego por medio de la falacia, quien se expande como la pólvora solo
para causar una nefasta detonación que arrasó hasta con aquella ilusión, ahora
enterrada en un oscuro pozo de lamento, al que me suelo asomar en mi horas de
máxima debilidad…ya ni el valor ni el coraje pueden desquitarme de este
horrible pesar que atenaza mi sufrida existencia, la cual se marchita como una
hoja seca caída de aquel doliente árbol al que no dudaste en talar sin tan
siquiera mostrar piedad. No obstante, bendita sea tu manera de amar, porque lo
que soy yo, no hay ni un solo instante que no maldiga el día en que te conocí…
Comentários
Postar um comentário